Bueno, pues también "el enrollator" ha tenido que pasar por el aro mexicano.
¿Recordáis esta imagen a lo tarzán?

Pues a causa de que acá, en el México laboral,(más clásico que el méxico que conocemos, sobre todo el de D.F.) no ha llegado la revolución Llongueras, adoran la gomina y odian los pelos sueltos, aman la raya planchada en el pantalón y no creen que la arruga es bella,
"el enrollator" ha tenido que cambiar a esto otro.

Pero la cosa no está tan mal. Cuando le ví, casi me da un ataque pero rápidamente pensé en cosas positivas del asunto: está guapo igual, así le conocí, el pelo vuelve a crecer (no a todos, claro) y lo hará (eso espero). De todas formas, me queda la alegría de mi padre, que poco antes de irnos, me dijo que Xavi a pesar de la pinta era buen chaval.
Estamos pensando qué hacer con la cola cortadita.
Por suerte, cuando no está en plan formal, así se le ve.
No está mal, ¿no?

Que quede una cosa clara, la esencia real de uno, se lleva dentro. ¡Ah! Y nada de bromitas, ¡eh!
Xavi