Aún con el sueño pegado a los párpados me siento muy despierta. Xavi duerme a mi lado y falta poco más de una hora para coger el vuelo de San Francisco.
NOs inunda una paz inmensa y parece que nada cambie a nuestro alrededor. HAce ya muchas semanas que estamos viviendo permanentemente en nuestro palacio de la luna y seguimos en él.
Sólo ha cambiado el escenario y las caras. Ya no hay nervios, Huayna ha sido una campeona y estaba tranquila pero atenta a todo lo que pasaba fuera. Quizá la esencia de laurel ha tenido su efecto. Nos atendió unamexicana encantadora, cómo no? México me sigue acogiendo vaya donde vaya.
Vamos a ver cómo nos trata USA, le vamos a mostrar nuestra mejor cara.
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