A pesar de que no estábamos muy animados, ya que sólo habían pasado dos días desde la muerte de Huayna, pasamos un par de días muy agradables en el entorno de la Mariposa Monarca. Fuimos con Leonor y Andrés y los cuatro viajamos en la Paca hacia este lugar.
Es un Reserva especial de la biosfera, en los límites de Michoacán y el Estado de México, abarcando una extensión de 16.110 hectáreas, donde una mariposa, la Mariposa Monarca, descansa y se reproduce durante el invierno mexicano para después volver a su punto de origen en tierras canadienses. Esta migración de varios miles de kilómetros abarca varias generaciones de mariposas y aún sigue siendo un misterio para la biología.
Era un espectaculo impresionante ver sobre ti cientos y cientos de mariposas de fuego sobrevolando el cielo. Deseábamos creer que esa belleza era la reencarnación de Huayna También fue un bálsamo volver a encontrarnos después de tanto tiempo con cielos nocturnos sobrecogedores y tomamos como buen augurio que al irnos de ese santuario, nos vinieran a despedir dos de ellas.
1 comentario:
quina preciositat! Sembla una reserva de fadetes!
Ada
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