30.11.07

GRAN CAÑÓN DEL COLORADO II


Llegamos con la calma. Algo nos decía que íbamos a necesitar tiempo para estar en el lugar. Éramos conscientes de ello y no nos importaba.
Apenas un tímido saludo desde lo alto y nos sumergimos en su interior, con el permiso pertinente, claro. Nos encontramos con Patrick, un ranger muy majo que conocimos en la parte norte y que proseguía con su trabajo en la parte sur después de que todos los servicios del norte se cerraran a la espera de las nevadas que aún no han llegado, lástima. El nos aconsejó la ruta: bajar por el South Kaibab Trail, dormir en Phantom Ranch, en el fondo del Cañón a la orilla del Río Colorado y subir por el Brigth Angel Trail, haciendo escala, o sea, noche, en Indian Garden, otra zona de acampada situada en una terraza a media altura formada por una gran grada o estrato que cruza longitudinalmente gran parte del Cañón y que se llama curiosamente Tonto Platform. Así pues, tuvimos que preparar unas mochilas para cuatro días y tres noches y organizar bien la comida. El peso era considerable y el Río está a 1500 mts de profundidad. No era un paseo.
La experiencia resultó ser muy especial. Conforme bajábamos nos íbamos adentrando más y más en sus entrañas rojas, por no decir coloradas, eso sería muy obvio, y en un dominio de salvaje expresionismo. Descendíamos atravesando sus grandes estratos de diferentes tipos de roca y descubriendo contínuamente formas y perspectivas diferentes. Con los Buttes y Temples, esos picachos aislados por la erosión, como centinelas constantes y grandes dominadores de la luz que van adquiriendo tonos deslumbrantes conforme el sol se aleja de su cénit.
El Río Colorado es austero y rugiente y pocas veces sus aguas son mansas. Él está acostumbrado a abrirse paso entre esas paredes, que en el fondo del Cañón , tienen tonos verdosos. No pude reprimir el deseo de darme un baño pese a la temperatura del agua, por ahí decían que entre 7 y 8 grados. Por aquello de redimir mis pecados e impregnarme de la esencia del lugar. Qué le vamos a hacer.
Al final resultó que Indian Garden era mucho más bonito que Phantom Ranch y, Plateau Point, un acantilado suspendido a media altura y a media hora andando de Indian Garden, nos regaló un atardecer y un amanecer inolvidables.
De vuelta a arriba teníamos la sensación de que había sido un viaje dentro del propio viaje y tras una ducha reponedora nos dimos el regalo a cuatro días de racionamiento alimenticio: cenita en Brigth Angel Lodge, el primer establecimiento que se abrió en el Gran Cañón cargado de historia y encanto.
Después siguió la calma. Días de placidez en el acogedor pinar del camping dejándonos bañar por un sol que aún calentaba tímidamente y kilómetros y kilómetros paseando por el borde descubriendo para mí, redescubriendo para Antonia, toda su grandeza. Noches en las que buscábamos fórmulas para no pagar el camping o dormir en zonas en que los rangers no nos dieran por culo.
A ellos parece que les da reparo dar información detallada de la zona. No sé si por no legar su sabiduría, por tener a la gente controlada o porque pedirles salir de las rutas habituales es romperles los esquemas. Todo hay que decirlo, no en todas las zonas del Cañón hay agua, al menos en esta época, y eso dificulta el aventurarse a pasar noches de "wilderness", como ellos lo llaman. El caso es que una mañana, tras salir de la gran tienda del complejo turístico, apareció en mi bolsillo un mapa topográfico del National Geographic. ¡Fíjate! Y yo no quería irme de allí sin volver a indagar de nuevo en sus profundidades. Antonia prefirió quedarse esta vez en el calor de la Paca haciendo sus cosas y yo me encontré totalmente solo en un camino que no era ruta habitual. Esta vez no llegué hasta el Río, pero la escapada me permitió estar en medio de un paisaje semidesértico de dura vegetación y rocas rojas erosionadas por el viento. Siempre rodeado de sus impresionantes paredes. Un lugar de solitaria belleza ancestral. Horseshoe se llama.
El Gran Cañón te tiende una trampa para que no te liberes con facilidad de su armonía y parece que juguetea contigo. Repites una y otra vez la misma foto pensando que esa imagen aún no la has captado. Lo miras decenas de veces desde el mismo lugar dudando de si ya lo habías visto así con anterioridad. Sigues observándolo desde decenas de lugares distintos y llegas a la conclusión de que es inabarcable. Te paras, te sientas, lo contemplas sin prisa, la mirada siempre hacia su gran abismo, a veces fija, otras perdida. Los pensamientos divagan a su antojo y hay momentos en que quizá te olvidas de dónde estás. Pero es igual, él te va calando poco a poco y su paisaje se te va metiendo dentro. Por fortuna para la vista no solo es de color rojo, hay también amarillos, verdes, morados... pero sí para desgracia de mi cámara insaciable.
Pero al final el invierno decidió establecerse definitivamente con mínimas de -6 y máximas de 5, no en vano está a más de 2200 mts de altitud y ya era momento de irse. Aún así, aguantamos estoicamente un par de atardeceres más, no sé cuántos en total. Y cuando por fin nos estábamos yendo teníamos la sensación de que todavía quedaba algo por decir. Como cuando te despides de una persona querida y giras la cabeza esperando a que ella haga lo mismo y compartir el último saludo ya en la lejanía.
Seguramente era la certeza de que algo tan grande y bello requiere más de trece días para conocerlo. O quizá era no cumplir mi difícil sueño de ver ese paisaje cubierto por la nieve. ¡Uf, increíble!
...Y colorín, COLORADO, este cuento se ha acabado.

XAVI

HEMOS CREADO DOS VÍNCULOS CON TODAS LAS FOTOS DEL GRAN CAÑÓN EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA

4 comentarios:

Anónimo dijo...

PERÒ NO VEM QUEDAR QUE T'HAVIES DE BANYAR AMB PILOTES. QUE MONYES!!!
LO VOSTRE NO TE NOM... UNA PASSADA. I JO AQUÍ CURRANT, AIXÒ SI, AMB PORRETES (JE, JE ,JE).
UNA FORTA ABRAÇADA DEL BERNAT, CONCHI I DEL QUE ESTÀ DE CAMI.

FERRAN

Xavi dijo...

Mira Ferran, tu ja saps que sempre que puc em banyo en boles, i saps tambè que no em costa res treure'm la roba, però, encara que no surti a la foto, havia penya i aquí són una mica carques. Desprès em vaig penedir, hauria d´haver passat d'ells.

Ja sé que trobes a faltar veure'm el rabo, però no et preocupis que a la mínima que pogui ho faré.
Una forta abraçada per a vosaltres.

Xavi

Anónimo dijo...

Ja comencem amb el tema que si me baño en pelotas..., que si me gusta tu rabo..., que si como hace frio se me encanija y no mola...
Queremos saber!!!!!!
Ara que ja no se si el bitllet de tornada us ha caducat, que penseu fer? I no em diguis que "a donde nos lleve el viento del destino...." Que us passa pel cap? Us esteu plantejant agafar direcció sud? precisament el morbo que te aquesta aventura es que en algún moment ,de ser un pedazo de viatge turistic per USA que pa mi lo quisiera, pot passar a ser una aventura humana digna de la revista Altaïr i vull saber com van els anims en aquest sentit.

Una abraçada.
Jimmy.

ISMA dijo...

yep pedazo de moñassssss. Aix hay cosas que no cambian siempre teneis que tener el rabo en la boca.

Bueno Xavi que apartir de ahora estaré mas por aquí, que perdi la dirección de tu blog y no veas lo que me ha costado encontrarla.

enga bujarrones

Isma